Todos estaremos de acuerdo en que Nicolas Cage está cada vez más PUTO LOCO. Si has seguido su carrera, aunque sea indirectamente (como yo, no creas que soy fanboy ni mucho menos), habrás visto que ha pasado de superproducciones de Hollywood a pelis de serie B, underground o incluso de serie Z (creo que el culmen de lo bizarro y cutre es Prisioneros de Ghostland, para darle de comer aparte). A veces le quedan cosas aceptables, como Pig, otras, no tanto. Y algunas todavía no me he atrevido a verlas.
Pero la peli de hoy es una mezcla entre lo underground y… ¿cómo te ibas a encontrar de otra forma a Nicolas compartiendo pantalla con Pedro Pascal, en una historia loca en Mallorca en la que el villano es EL PUTO PACO LEÓN? ¡DE LOCOS!
Nicolas interpreta a Nicolas, y me quiero imaginar que es bastante fiel a sí mismo: una vieja gloria de Hollywood a la que ya no llaman, con un manager desesperado porque vuelva a las grandes pelis, pero el bueno de Nicolas está interesado en un cine más real, más sentido, un cine intelectual. Vamos, que es una sátira de sí mismo. Como no tiene pasta, acepta hacer un trabajito que consiste en asistir a la fiesta de cumpleaños de un millonario misterioso, un tipo que vive en Mallorca y está obsesionado con la filmografía de Nicolas. Y no es otro que Pedro Pascal.
Rápidamente, los dos se hacen amigos, hablan de cine, de la vida, de sus historias, y se meten en una aventura de locura, con la idea de crear una película juntos. La peli es una tapadera del FBI para infiltrar a Nicolas y salvar a una chica secuestrada por Pedro, porque claramente Pedro es un malvado villano traficante de armas o algo así. Y la chica secuestrada no es otra que LA HIJA DEL PRESIDENTE DE LA GENERALITAT DE CATALUÑA. ¿Cómo te quedas? Pues espera, que eso no es nada. El primo de Pedro, Paco León, le tiene tirria a Nicolas. Y es que él es el verdadero villano, el que mueve los hilos y tiene la pasta.
El desenlace es lo previsible a estas alturas: Nicolas recupera sus pistolas arrancándoselas a una figura de cera de sí mismo que Pedro venera, y juntos se lían a tiros con Paco y los secuaces para salvar a la chica y, de paso, salvar el matrimonio y a la hija de Nicolas, que también habían traído a Mallorca por alguna razón.
A ver, para un Oscar no está. Pero como a mí me gustan las cosas locas y esta peli es tan imprevisible como un gato encocao, pues te entretienes. Le voy a poner un 6 Y MEDIO, toma ya.
Ánimo, Nicolas.
