Este es el primer libro que me he leido este 2025. Me pilló de vacaciones y me lo pude leer casi del tirón, en un par de días. Y creo que esto aporta a la hora de sumergirse en esa atmosfera tan agobiante de la historia. Ahora entenderéis por qué.
En lo que, suponemos, es la Chequia de principios del siglo XX, un hombre es “procesado”, empujado a un extraño cauce legal por motivo de un crimen que no se le especifica. Todo es vago y confuso, todo sucede en las sombras, con personajes delirantes que aportan pequeñas piezas de locura. Poco a poco Josef K., el protagonista, pierde la cordura y su vida, de forma metafórica (estoy intentando no hacer spoilers) cuando el proceso la invade y absorbe por completo.
En el cuaderno/diario de lectura que estoy utilizando para registrar los libros que leo, me invitan a elegir un género para cada una de ellas. En este caso, yo pensé en “terror burocrático”.
Vamos ahora a por una valoració más personal, eso sí, CARGADITA DE SPOILERS. Yo lo aviso. Igual prefieres leerte el libro antes y volver aquí entonces.
Me sorprendió la “templanza”, por llamarlo de alguna forma, con la que el protagonista afronta sus circunstancias. Y a la vez, la resignación que muestra. Todo es confuso, caótico, no hay forma de entender cómo funciona el proceso, pero él se doblega y lo acepta, luchando con los medios de los que dispone. No hay nadie a quien recurrir, no hay Estado, Justicia o transparencia. Todo este enjambre abstracto e inefable me recuerda al horror cósmico de Lovecraft, en el que el monstruo se descubre o se manifiesta de forma muy vaga, pero se intuye, su efecto es real y se percibe en todos los rincones de la obra.
No puedo evitar lamentarme cuando, al final del libro, Josef K. acepta su sino, ya sin rebelarse, ya sin molestarse a preguntar por qué siquiera, y se le conduce a su calvario.