Rara avis. Veo sus fotos en la pequeña biografía de Spotify y pienso: «Tíos raros, dentro de los raros». Porque, quiero decir, hacer rock en España—rock del de verdad, del bueno—no es común. Pero aún menos común es ver a dos tíos de Valencia, creo, tocando este estilo: un rock country con toquecitos de flamenco, con ese fingerpicking que los caracteriza.
La primera canción que escuché fue Balas. No es la que mejor representa este estilo que comentaba, pero es buen rock. Vi su vídeo—también carátula del álbum—en el que tocan en un teatro romano, obvia referencia al Live at Pompeii de Pink Floyd de 1972, que tanto me gusta (algo más humildes con el equipo, todo hay que decirlo, pero no todos podemos permitirnos tantos amplis Hiwatt).
Pero es por canciones como Cobra o Besos por lo que valoro tanto ese estilo. El fingerpicking se mezcla con un rock potente, y el estilo desenfadado de Besos, sobre todo, le da un toque muy particular. El resto de canciones también son más que aceptables, algunas oscuras, que suenan casi a stoner, como In memoriam.
En resumen, merecen la pena una escuchada. Y gracias a ellos, descubrí cosillas parecidas, como Guadalupe Plata, sobre los que quizá también escriba algún día.
Le pongo un 7,5, que está muy bien, oye.