Por alguna razón, me da por poner el nombre de los directores de las películas sobre las que hablo en el título. Me parece que le da más empaque, no sé. Ni que me creyera yo el crítico de cine del suplemento de cultura de un diario de provincias (ni eso me creo). Pero, cuando copié y pegué el nombre de Justin Kurzel, me pregunté para mí: ¿Y este tío quién es? Ya por curiosidad, para hacerme una idea de qué otras películas había hecho, lo busqué en Google. Y ni puta idea, la verdad. No me sonaba ninguna, hasta que scrolleé un poco más y me encontré con que había perpetrado la película de Assassin’s Creed de 2016 (sí, la de Michael Fassbender, y es un tumaco de los buenos). Mal empezamos.
Pero bueno, volvamos a la película. Estamos en los años 80, por la zona de Oregón en EE.UU., todo muy verde y muy bonito (la Galiza de los yankees). En lo que parece ser un pueblucho (pueblucho allí, pero igual en España es más grande que Salamanca), un sheriff local está teniendo problemas con lo que parece ser una banda de ladrones de bancos. De los de toda la vida: con media en la cabeza, escopetas y coche esperando en la puerta. Pero algo no encaja.
Hay un chaval de la policía, un sheriff junior, deputy o como mierdas lo llamen, que se huele algo raro. Estos tíos no son solo unos rednecks que se dedican a robar bancos con camionetas. Estos son unos rednecks robabancos con camionetas nazis. Supremacistas blancos, vamos, pero nazis de corazón, con el KKK y quemando cruces, que es lo que gusta por allí.
Aquí llega Jude Law, que es un tío del FBI bien experimentado, que se viene a investigar el caso. Aquí conoce a nuestro amigo el deputy, que le va convenciendo de la hipótesis nazi. Por el otro lado, el de los nazis, tenemos a Nicholas Hoult (que para mí es el que hacía de Bestia en las últimas de X-Men y que también sale en la de Juror #2, mira tú por dónde). Este es un líder carismático y autoritario que maneja el movimiento nazi este. Resulta que los blanquitos estos tienen un librito, una especie de “Teo se hace nazi” (sí, sí, es un libro infantil) en el que tienen todo un plan maestro para reclutar más paletos, recaudar dinero robando bancos y hacer un asalto al Capitolio como el de 2020 o algo así. Sembrar el caos en el país, vamos.
SPOILER
La pareja del deputy y Jude Law se encuentra un par de veces (tiroteos mediante) con los malotes, pero no logran pillarles. De hecho, el chaval se lleva un buen tirito en la barriga.
Para no dar muchos detalles, diré que al final acorralan al jefe nazi en una casa, y venga a pegar tiros, humo, fuego y de todo, pero el tío no se quiere rendir.
¿Cuál es la moraleja de esto? Pues igual no hay moraleja, solo que hay nazis por todas partes. Ah, y olvidé decir que la peli está “basada en hechos reales”.
Mira, me siento tentado a ponerle un 6, pero le voy a poner un 5 mejor. 5,5, va.
Pero no me vuelvas a hacer otra peli de Assassin’s Creed, Justin.
