Viagra Boys: oda a lo bizarro, decadente,  con un rock sudoroso y cervecero. Por qué los VIAGRA BOYS son mi banda favorita del momento

Viagra Boys: oda a lo bizarro, decadente, con un rock sudoroso y cervecero. Por qué los VIAGRA BOYS son mi banda favorita del momento

Hace un par de años descubrí el disco Cave World, de estos señores suecos. Creo que fue a través de un vídeo de YouTube, en el que la banda tocaba en una sesión Return to Monkey. Por supuesto, el frontman y cantante, Sebastian Murphy, se quitaba la camiseta a los pocos segundos de empezar, justo cuando la canción rompe tras el estribillo inicial, para dar paso a un rock/punk/yo qué sé qué durísimo. Y para dar paso también a un TREMENDO barrigón cervecero, porque me imagino que es de eso, recubierto completamente de tatuajes de todo tipo y color. Muy pintoresco.

Pero lo mejor estaba por llegar.

De ese disco me gustaron casi todas las canciones. Me pareció una obra redonda, casi perfecta, dentro de su estilo. Mezclan rock del bueno con saxofón, sintetizadores, líneas de bajo potentes y solos de guitarra muy solventes. Pero es que las letras y los vídeos son también un show. Recuerdo verles también en un vídeo en directo, en un festival montado por IKEA (cómo no, producto nacional). Menudo espectáculo.

Pero hoy estamos aquí para hablar del último disco, Viagr Aboys.

A veces, es difícil que un grupo mantenga la calidad —la consistencia, más bien— o su estilo, entre varios discos. Que contente a los fans, quizás. Porque a veces sacan cosas que les gustan a ellos, pero que a los seguidores nos parecen que han perdido la esencia, o que, sencillamente, han sacado una mierda.

Pero no.

Viagr Aboys consigue seguir el ritmo. Tiene sus canciones más locas, más absurdas, como Uno II o Bog Body, basadas en experiencias excéntricas del bueno de Sebastian, y cosas potentes como Waterboy o Store Policy, que te puedes escuchar en bucle. Con toques sublimes, como esa flauta travesera que meten de fondo, o la melodía tan pegadiza sobre el riff de Waterboy.

Y no faltan las letras locas: un Óscar por la película que se montan en Best in Show pt. IV o you n33d me, con esas retahílas sobre conspiraciones, datos sobre conflictos bélicos random y todo tipo de fantasías.

Viagra Boys son una oda a la decadencia, una sátira viva de la sociedad servida sobre el rock más divertido y la estética de banda de rock improbable, que te ganan el corazón.

Basándome en mi subjetivo criterio de lo bien que me caen y en lo que me han gustado sus discos (el Cave World, la canción de Worms pero sobre todo este, que joder, es el que estamos reseñando), les voy a poner…

¡UN NUEVE! ¡¡¡ENHORABUENA, CHICOS!!!
(como si le importara a alguien esto jajaja).

Abrazos.
I NEED ACCESS TO HEAVEN!

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *